jueves, 10 de marzo de 2011

¿POR QUÉ LOS MAESTROS NO SON LECTORES Y ESCRITORES DE LITERATURA?
La mayor dificultad lectora que se les presenta a los muchachos en la lectura, no es el esfuerzo cognitivo del aprendizaje del código alfabético, es tener que iniciar y desarrollar su actividad lectora escolar y familiar, en compañía de maestros y padres no lectores. Cuando la lectura no se propone ni se trabaja como una actividad placentera y significativa, muchos niños aparecen como si tuvieran dificultades para leer y otros se convertirán en meros descifrantes, seguidores del juego del maestro. La escuela Ritual, sin proponérselo, representa la dificultad más fuerte para el desarrollo lector de los niños. “Solé Isabel, Battelheim Bruno, Zelan Karen Aprender a Leer Grijalbo, Barcelona, 1983.
Durante años hemos estado erróneamente adecuados a un sistema donde se cree que lo establecido es único y verdadero, pues muchas veces nos instalamos en el tiempo y en la seguridad que nos ofrece algunos sistemas repetitivos de enseñanza. ante esta concepción la producción de textos es una experiencia cotidiana en la escuela y es necesario cultivarla, donde los maestros deben ser los primeros en arriesgarse a escribir sus propios textos, pues no es posible enseñar a otros a leer y escribir si quien enseña no sabe cómo se lleva a cabo el proceso. Los maestros en su mayoría no crean textos, sino que se conforman con propuestas que otros han creado, orientados a transmitir y a valorar más la repetición que la producción, donde no se es permitido avanzar en los procesos culturales y educativos.
De igual manera es fundamental resaltar la importancia que tienen las reglas y normas, que regulan nuestro diario vivir, aunque al ser mal manejadas nos priva en la mayoría de los casos de hacer y ser quien realmente deseamos ser, por obedecer a la cotidianidad y tradicionalismo, donde asumimos ideas compartidas y nos adaptamos a lo que ya está dicho, creyendo todo por no salirnos de los parámetros establecidos y pensando que al ser autónomos e innovadores seremos juzgados, pero lo que se debe hacer, es ofrecer proyectos que brinden atracción, placer, confianza y entusiasmo, compartiendo experiencias que nos encaminen a un trabajo más seguro, obteniendo como resultado que los estudiantes aprendan a partir de sus propias vivencias e intereses, y no verlos como los ve el sistema como objetos de ganancias y continuidad del negocio,  Ana María Machado. 2002 Entre gansos y vacas: escuela, lectura y literatura. En Lectura, escuela y creación literaria. Madrid: Anaya
Como lo dijo Platón, no se puede trasmitir el saber de una persona a otra como se pasa el agua de un recipiente lleno a uno vacío a través de una cuerda de lana, sin duda estaba sugiriendo que el saber, más que un cúmulo de certezas y de informaciones, es en lo fundamental una actitud que permite aprovechar la información para llegar a nuevas conclusiones, aprovechar unas nociones para intentar nuevas respuestas, utilizar un conjunto de conquistas técnicas para proponer nuevos desafíos.
De esta manera podremos ver la escuela como una creación humana, que es modificable y cuyo lugar de creación y constitución está en las maneras de verla y de vivirla, con esta línea de fuga obtendremos mejores resultados, viendo la escuela no como un panóptico, sino como un lugar de innovación, descubrimientos, experimentación, desarrollo de todos y para todos.



No hay comentarios:

Publicar un comentario